martes, 16 de diciembre de 2008

VERDADERA HISTORIA DE PINDAL

Hasta 1534 por esta zona poblaban la comunidad de los NAYPIRACAS, grupo primitivo del actual Pindal, los Naypiracas vivían en disputas entre ellos, formando bandos hasta que envenenaron sus propios pozos, razón por la cual tuvieron que salir del lugar, trasladándose a las faldas del gran Pircas al que pusieron el nombre de Pózul, sus habitantes, gente honesta y trabajadora tuvieron varios descendientes como: Sarango, Sandoya, Jumbo, Jimbo, Tandazo, Díaz y Guaycha.
En todo el valle de Pindal en aquella época se cultivaba la caña de azúcar y era muy común ver moliendas con los típicos trapiches tirados por la yunta de bueyes.
En aquella época existían solamente cuatro casas, luego con el transcurrir de los años y conocedores de lo prodigioso de la tierra llegan nuevos habitantes al lugar procedentes de sectores aledaños.
En 1913 el padre Lautaro Loayza Luzuriaga, Párroco de Alamor llega a celebrar la eucaristía en casa del señor Guaycha; inspirado por la belleza de los Pindos que abundantes y frondosos, se mecían con el viento, el ruido de las moliendas daban un tono alegrísimo a la campiña, este sabio se inspiró y puso el nombre oficial de Pindal.
El 27 de Marzo de 1927 los hermanos Guaycha donaron gratuitamente al Dr. Guillermo Raíz obispo de la Provincia de Loja y en su representación al padre Lautaro Loayza, para que edifiquen un templo dedicado a al virgen de El Cisne y a al vez a la formación del pueblo de Pindal.
El 21 de Marzo de 1933 suscribieron el Acta de Fundación de Pindal que anteriormente pertenecía como caserío de Pózul perteneciente actualmente al Cantón Celica en 1936 fue parroquializada con el nombre de Federico Páez, su fecha de aniversario se celebraba el 9 de octubre de cada año.
Por interés de algunos Pindaleños, en especial Marco Tulio González Romero y otros moradores, logran la cantonización al ser aprobada el 10 de agosto de 1989, creado por el Congreso mediante decreto publicado en el Registro oficial Nro. 253 en la presidencia del Dr. Rodrigo Borja.

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